¿Qué es un Comité de Ética?

Los Comités de Ética para la asistencia sanitaria son instancias de diálogo y debate interdisciplinar, con la misión de asesorar a los profesionales sanitarios y a los usuarios que lo soliciten en la solución de los conflictos éticos que se producen en el desarrollo de la tarea asistencial.

miércoles, 27 de julio de 2016

JORNADA DEL CABePA

            El 19 de Mayo, la Jornada de Formación del CABePA estuvo dedicada al tema de la Seguridad del Paciente. Intervinieron dos ponentes: D. Manuel Valledor Méndez, del Servicio de Evaluación de la Salud, Calidad y Programas, que presento el documento “Estrategia de seguridad del Paciente en Asturias 2015-2020”, y D. Carlos María Romero Casabona, catedrático de Derecho Penal de la Universidad del País Vasco y director de la Cátedra Interuniversitaria de Derecho y Genoma Humano de la Universidad de Deusto, que diserto sobre los “Aspectos Legales y Éticos de la Notificación de Efectos Adversos”.

            El primer ponente comenzó su disertación con esta frase de Adré Gide: “Todo ya se ha dicho una vez; pero como nadie escucha, hay que decirlo de nuevo”.  Cita que, en mi opinión, resumen en cierta medida lo que este tema representa.

            El documento elaborado, hace una reseña histórica llamando la atención sobre la publicación del Instituto de Medicina de los Estados Unidos, primera en esta área: “Errar es humano: construyendo un sistema de salud más seguro”, en la que se hace énfasis en la importancia al afirmar que entre 44.000 y 98.000 personas fallecen cada año en los hospitales estadounidenses como consecuencia de fallos que podrían evitarse.


            Posteriormente, refleja tanto a nivel internacional, nacional y comunitario, los estudios que existen con datos de prevalencia.A nivel internacional la media de efectos adversos oscila entre un 2,9 y un 16,6% de los cuales, se consideran evitables una media de 41%. A nivel nacional, el rango oscila entre un 7,2% y un 33,1 y podrían evitarse entre un 50 y un 70%, siendo los más frecuentes los atribuidos a la medicación (12-47,8%) y al proceso de atención (46,2%). En Asturias, en el medio hospitalario, la prevalencia es de un 8,4% de media con 42,8 evitables (estudio ENEAS) y de 8,1% con un 51% de evitables (estudio EAPAS).

            Establece siete líneas de trabajo: organización y liderazgo, cultura de seguridad, participación del paciente, gestión de la información clínica, entorno seguro, prácticas clínicas seguras y gestión de riesgos. En cada una de ellas se marcan objetivos, medidas y los oportunos indicadores de evaluación. El documento se puede consultar en:


            En la segunda ponencia, D. Carlos M. Romero Casabona, señala las diferentes iniciativas internacionales (OMS, Consejo de Europa, …) enfocadas a dar una acción normativa para prevenir los efectos adversos, plantea las características de un sistema de notificación, si esta debe de ser voluntaria u obligatoria (el opina que mejor voluntaria), que eventos deben de ser objeto de notificación (en su opinión no incluir la farmacovigilancia al tener un trayecto propio), comenta otras circunstancias relevantes en relación con el anonimato, la confidencialidad, el aspecto punitivo (no debe darse), el deber de denuncia y de testificar, para terminar con una necesaria reforma de la legislación en lo relacionado con el artículo 417 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

            Parece claro que es necesario evitar los efectos adversos por la morbimortalidad que generan y por los costes que suponen. Bienvenido sea el diseño de una estrategia y las medidas que comporta, necesaria a todas luces, que esperamos se materialice cuanto antes y no se quede en el tintero.

            Ningún trabajador sanitario ni la institución pueden permanecer ajenos a este problema y a sus consecuencias; es necesario asumir, como refleja el documento, que la seguridad implica evitar el contacto innecesario con el sistema, y si este es inevitable, garantizar el menor riesgo posible. Reconocer que podemos hacer daño, que podemos crear un problema, es un paso fundamental para crear esa cultura de seguridad que haga posible el tomar medidas preventivas.

            Otros factores, como la calidad de la información que se registra en las historias clínicas y la relación médico-paciente, unidos al tiempo que hay que emplear, también son fundamentales.

            Es frecuente ver la falta de rigor en la aplicación del método clínico, es decir, hay que interrogar correctamente, explorar a la perfección, hacer diagnóstico diferencial y pedir pruebas en base a confirmar o descartar            las hipótesis previas; lo que predomina es hacer una anamnesis escasa, explorar lo mínimo y solicitar muchas pruebas complementarias no exentas de riesgo. De esta manera la calidad de la información que se registra en las historias clínicas es baja, evitando así, el cumplimiento de su finalidad como elemento coordinador y de continuidad de atención.

            Si se pretende incluir a los ciudadanos en este tema, y respetar su autonomía, nos exige conocimientos suficientes y una buena técnica de comunicación, hecho que no parece que se de a menudo. El documento presentado hace alusión a un estudio australiano en el que una mala comunicación, fue responsable del 11% de los efectos adversos y un 6% fueron secundarios a problemas de competencia profesional.  

            El hacer bien las cosas requiere una buena gestión del tiempo. Los trabajadores sanitarios no debemos retener a los pacientes en los circuitos hospitalarios revisándolos periódicamente cuando hay una atención primaria que debe hacerlo. Las instituciones han de aportar los recursos necesarios y organizarlos adecuadamente actuando como facilitadores, según necesidades de salud de la población a la que se atiende, y no restringirlos hasta el punto de que con la excusa de la crisis, el sector ha perdido 50.000 puestos de trabajo a nivel estatal y se cierran plantas enteras de camas.

http://www.sanidad.ccoo.es/websanidad/Noticias:Actualidad:919923--CCOO_advierte_de_la_perdida_de_45.700_puestos_de_trabajo_en_el_sector_sanitario_durante_los_anos_de_crisis

            Necesario, también, contemplar los factores comentados en la segunda ponencia y evitar la práctica de una medicina defensiva, muy al uso hoy en día.


            Bienvenido sea el documento y ojala sirva para crear el cambio cultural al que aspira. Nuestros pacientes se lo merecen.

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